El gobernador Miguel Lifschitz y el ministro de Justicia, Ricardo Silberstein, rechazaron por decreto la renuncia del juez penal de la ciudad de Vera, Nicolás Muse Chemes, porque “si se aceptase, el proceso de enjuiciamiento que se le sigue podría quedar extinto”. El polémico magistrado había presentado su renuncia por escrito el 23 de agosto pasado; la Corte Suprema se la aceptó rápidamente, pero faltaba la decisión del Ejecutivo.
En el escrito de rechazo, la Casa Gris resaltó que “resulta manifiesto el interés público en que se determinen las responsabilidades en quienes ejercen cargos y funciones de alta trascendencia republicana, lo cual amerita el agotamiento de todas las instancias disciplinarias a la que se encuentran sujetos, de manera tal que la realización y culminación de esas instancias contribuyan a fortalecer la confianza pública en el sistema”.
Antecedentes
La figura de Muse Chemes tomó estado público en 2012 a partir de la absolución de un hombre que abusó de sus hijas menores de edad. Se trata del caso conocido como CER, por las iniciales de la víctima, una joven oriunda de Reconquista que hoy tiene 25 años y denunció a su padre porque abusaba de ella desde los 13, y también de sus hermanas.
Además, Muse Chemes absolvió, en 2016, a nueve personas que fueron juzgadas como promotoras de prostitución infantil en fiestas organizadas en la vivienda de Nilda Emilia Clementina Sánchez, una ex empleada judicial de la ciudad de Vera. Aquel fallo fue revocado un año después por un tribunal de segunda instancia de la Cámara de Apelaciones de Santa Fe.