Una organización armada para la venta de drogas al menudeo y extorsiones, dirigida por un preso desde la cárcel y manejada en la calle por su padre policía, quedó al descubierto en septiembre de 2022 tras una balacera a un minimarket de Rosario. Tres acusados de pertenecer a esa banda -entre ellos, el efectivo ya retirado- aceptaron penas que van de los 4 a los 15 años de prisión.
Las condenas recayeron sobre Pablo Corvalán, el policía retirado Edgardo Avila, y Tobías Mieres, como miembros de una asociación ilícita.
A un mes de aquella balacera, se realizaron 16 allanamientos en Rosario, Roldán, Monje, y en cárceles de Coronda, Rosario, Piñero y Pérez. Los detenidos fueron acusados de integrar una asociación ilícita dedicada a cometer balaceras, extorsiones y usurpaciones, entre otros delitos como tenencia, portación y venta de armas y la venta de drogas a bala escala.
Al frente del grupo estaba el interno Edgardo David Avila, de 34 años, condenado a 23 años y 8 meses de prisión, sindicado como jefe de una asociación ilícita y por los delitos de portación ilegal de armas y un intento de homicidio calificado.
Otra condena fue para Edgardo David Avila padre, un policía retirado de 60 años que recibió 4 años de prisión como miembro del grupo. “Su tarea principal y permanente consiste en estar a disposición para distribuir las actividades delictivas a los diferentes miembros y proporcionar las armas de fuego a requerimiento de su hijo”, dice la sentencia.