La fábrica de General Motors situada en la localidad de Alvear, enfrenta nuevamente un revés en su actividad debido a la marcada caída de ventas. Tras haber retomado la producción el pasado mes de marzo, la planta detiene sus operaciones una vez más, resintiendo así un 23% de su capacidad productiva durante el primer trimestre de 2024.
Este importante centro manufacturero había reactivado sus actividades tras dos meses de parálisis. Sin embargo, el repunte fue breve, pues del 27 de marzo al 14 de abril se vio nuevamente en la necesidad de detener sus líneas de ensamblaje. Ahora, apenas días después, se anuncia otro cese en la producción, programado del 22 al 26 de abril.
Esta sucesión de paralizaciones impacta directamente en el empleo, ya que a principios de año la planta había reiniciado sus operaciones con solo el 85% de su personal, compuesto por unas 900 personas. Más de 200 empleados se mantienen suspendidos, percibiendo el 79% de sus haberes, en un contexto de incertidumbre laboral.
La situación refleja un desafío persistente para la industria automotriz, que busca adaptarse a un mercado volátil y en constante transformación. Mientras tanto, los trabajadores de General Motors en Alvear aguardan con preocupación las próximas medidas que definirán el rumbo de la planta y de sus fuentes de empleo.