Autoridades del Servicio Penitenciario de la provincia de Santa Fe pusieron en funcionamiento hoy un body scanner en la cárcel de Coronda para intentar frenar el ingreso de teléfonos a presos alojados en la unidad penitenciaria ubicada a 40 kilómetros de la ciudad capital.
Se trata de un detector de sustancias y elementos de las personas que pretendan entrar al establecimiento carcelario, tanto en las visitas como el propio personal que presta servicios dentro del penal. También se confirmó que el próximo lunes se instalará el mismo detector en la cárcel de Piñero, situada a 22 kilómetros de Rosario y la cual tiene la mayor población penal de la provincia.
Este el scanner se sumará a las otros tipos de requisas que se realizan de manera manual en los ingresos a los distintos establecimientos penitenciarios santafesinos. “No va a reemplazar la requisa manual que se viene realizando”, destacó.