Después de más de 6 décadas de intentos, Santa Fe tendrá nueva Constitución. El gobierno de Maximiliano Pullaro consiguió las mayorías legislativas especiales, dos tercios de cada cámara, que la propia Carta Magna exige para hacerlo.
Este viernes a la madrugada, en la Legislatura provincial, la Cámara de Diputados, después de una jornada interminable de debate, aprobó con 37 votos a favor y 12 en contra la ley de necesidad de la reforma. El Senado le dará la sanción definitiva unas horas después y luego de eso el gobernador quedará facultado para convocar a la elección de los convencionales que escribirán el nuevo texto constitucional.
Todo indica que los comicios de constituyentes se realizarán en abril de 2025 junto con las internas abiertas provinciales y de acuerdo al texto de la norma no habrá Paso. La Convención estará integrada por 69 constituyentes: 50 por distrito único y 19 serán representantes departamentales. El gobernador también tendrá la potestad de convocar a esa asamblea Constituyente, en un plazo de hasta un año después de los comicios, es decir entre abril de 2025 y marzo de 2026. En principio la idea es que sea después del proceso electoral nacional, que culmina en octubre. Pero si las elecciones de Diputados son sin Paso también podría ser antes de que el mismo comience, es decir a mediados del año próximo.
De cómo resulte la elección dependerá si Pullaro puede ser reelecto o no. Es que la ley, que define los temas sobre los que puede trabajar la Convención, se pronuncia por permitir una reelección para los gobernadores y vicegobernadores del futuro, pero deja abierta a la decisión de los constituyentes si también lo pueden hacer los actuales ocupantes de esos cargos. Varios legisladores de todos los sectores de Unidos anticiparon, en sus discursos y en las notas periodísticas, que así lo impulsarán.
Pero además, los convencionales podrán trabajar de manera abierta -pues no hay paquetes que solo se puedan votar por sí o por no- sobre decenas de temas que reconfigurarán en buena medida las estructuras y el funcionamiento de los tres poderes del Estado, e incorporar nuevos derechos, organismos e instrumentos de participación ciudadana, contemplados en la norma que este jueves tuvo media sanción. No, no será una reforma light, aunque la misma ley dejó -en pos de que se pudiera cerrar el acuerdo- fuera de la agenda que podrá abordar la Convención cuestiones que algunos proponían revisar, como la composición y el funcionamiento del Senado.
Emocionados
“Estamos haciendo historia, lo sabemos”, dijo el diputado socialista Pablo Farías, el primer orador de la extensa sesión por ser, como titular de la comisión de Asuntos Constitucionales, el informante del proyecto. Y sumó que la apuesta es que Santa Fe, al final de todo este proceso, tenga una Constitución “abierta, progresista, pensada para una provincia que tiene un futuro extraordinario”.
Farías, que fue ministro de Gobierno de Miguel Lifschitz, recordó cuando el fallecido exmandatario socialista lanzó una convocatoria a los partidos políticos de la provincia para un proyecto de reforma de la Constitución provincial que finalmente no prosperó. “Lifschitz soñó con este momento”, lanzó quebrado y al borde del llanto. Y cerró: “Para mí es un gran homenaje a Miguel”.
Los asesores y empleados legislativos siguieron el debate desde la barra.
Un aplauso cerrado, incluso de varios diputados que votaron en contra de la reforma, coronó el discurso del legislador socialista. Y entonces Clara García, presidenta de la Cámara baja y viuda de Lifschitz, rompió el protocolo entre lágrimas. “Pablo, sos un hermano para mí”, le dijo a Farías y luego invitó a quienes no respaldaban la ley a igualmente unirse luego al proceso reformista.