El caso ocurrió el pasado viernes cuando un alumno del nivel secundario de la escuela Inmanuel Kant de San Jerónimo Sud, tomó sin consentimiento imágenes de chicas que concurren a la institución y las difundió intervenidas con Inteligencia Artificial comprometiendo la intimidad de las menores. La situación provocó el repudio inmediato de alumnos, padres y directivos, y el colegio tomó la decisión de prohibir el uso de los dispositivos móviles desde entonces.
En un comunicado, la institución educativa detalló: “Los dispositivos móviles permiten acciones que pueden dañar y/o violentar a otros sin que muchas veces se conozcan plenamente las implicancias subjetivas de esto. Un ejemplo de lo mencionado es la posibilidad de captar o difundir imágenes sin consentimiento, lo que vulnera el derecho a la propia imagen. Esto fue lo que sucedió el día viernes en nuestra institución, constituyendo un grave daño moral hacia algunos estudiantes y sus familias”.
“Dado que hoy, incluso los adultos, tenemos un vínculo complejo con estos dispositivos, sumado al gran número de alumnos que están en nuestra institución (más de 400), resulta una tarea casi imposible controlar su uso adecuado dentro de la misma: autorizado por el docente y con fines pedagógicos, como estaba estipulado hasta el momento”, añadieron.
“En función de los anteriormente mencionado y con el objetivo de proteger la integridad de todos los alumnos, garantizando un entorno educativo respetuoso y seguro donde puedan sentirse resguardados y libres de invasiones a su privacidad es que hemos decidido llevar adelante una serie de cambios respecto a nuestro Reglamento de convivencia que tendrán lugar a partir del día lunes 21 de octubre de 2024. El primero de ellos está vinculado al uso de celulares y relojes inteligentes (Smartwatch) en todo el ámbito de nuestra institución (Colegio, Playón de Deportes, Sala de industrialización y UDP) el cual quedará totalmente prohibido. Por ello, sugerimos que su hijo/a NO concurra a la institución educativa con dichos dispositivos, y si lo hace, los mismos quedarán APAGADOS y bajo llave en cajas destinadas a tal fin, desde el momento del ingreso hasta el momento en que se retire de la institución. El segundo cambio del reglamento es que la posesión y/o uso del celular dentro de la institución pasará a considerarse una falta grave, lo que significa que tendrá sanciones disciplinarias que impliquen un mayor número de amonestaciones (se pasa de apercibimiento escrito/1 amonestación, a 5 amonestaciones)”.