Los vecinos del barrio Guadalupe Oeste de la capital provincial viven azotados por los robos “piraña”. Entre otras medidas, decidieron colocar una cámara de videovigilancia en la intersección de las calles Larrea y Dorrego, en un sector al que denominan “La Chaqueñada”.
La cámara tenía como objetivo aportar imágenes a la Central de Emergencias 911, y fue colocada en un punto muy crítico en cuanto a los hechos de vandalismo. Pero, a menos de 24 horas de haber sido colocada, la misma desapareció.
Los vecinos reconocen que las fuerzas de seguridad han apresado a muchos delincuentes, mientras que otros se fueron. Pero dejaron a los menores. “Ellos para la ley son impunes por la edad. Por eso hay tantos robos pirañas.”
Mientras en el barrio habían advertido que el dispositivo había sido colocado a muy baja altura, quedando a merced de los “trepadores”, desde el departamento técnico del Centro de Emergencias 911, explicaron que “La altura fue determinada debido a la presencia de varios ejemplares de palo borracho de grandes dimensiones. Si las cámaras estuviesen a mayor altura, no podrían captar imágenes efectivas”.
Foto: Gentileza El Litoral