cuatro hombres entraron a la unidad luego de cortar los alambrados perimetrales con una amoladora y enfrentarse a tiros con los vigiladores.
Los presos que se fugaron fueron Daniel David Piscione, Claudio Javier Mansilla, Ezequiel Rodolfo Romero, Martin Alejandro Cartelli, Joel Isaias Rojas, Sergio Martin Cañete, Alejandro Andrés Candia y Antonio Alejandro Smischmittlein y los cómplices Franco Ezequiel Canteros, Rodrigo Leonel Gramajo y Walter Ezequiel Soraire.
El tribunal confirmó la condena contra todos los acusados, mientras que Claudio Mansilla recibió una pena de 9 años de prisión efectiva, la cual fue unificada de 21 años por una sentencia anterior en el fuero federal. Ezequiel Romero fue condenado a 8 años y 10 meses de prisión efectiva, pena unificada en 16 años y cuatro meses. Respecto a Sergio Cañete, señalado como el “cerebro” de la fuga, recibió 17 años de cárcel, pena unificada en 36 años. Joel Rojas, otro de los apuntados como líder del operativo, obtuvo 15 años de prisión, y se unió a 20 años. Antonio Schmittlein a 9 años de prisión, con 22 años en total. Los otros tres restantes, los jueces dictaminaron que Alejandro Candia sea condenado a 9 años de prisión efectiva, Daniel Piscione a 9 años de cárcel y Martín Cartelli también a 9 años de prisión.
Acerca de los señalados como ayudantes, la Justicia decidió: Rodrigo Gramajo a 18 años de cárcel y Franco Canteros a 16 años de prisión. Acerca de Soraire, el delincuente murió durante la fuga. Asimismo, también se encontró culpable a Elisa Álvarez a 12 años de prisión efectiva por facilitar la huida de los presos. “Estuvo bien planificada. Fue el mayor golpe de la historia al Servicio Penitenciario. Hizo cambiar para siempre la lógica de los penales, los protocolos, la infraestructura”, subrayó el fiscal Franco Carbone.