Durante los primeros seis meses de 2023, cuatro de cada diez camioneros controlados en las rutas que atraviesan Santa Fe dieron positivos a test de alcoholemia, a pesar de que la Ley Nacional de Tránsito establece desde 1995 que tienen absolutamente prohibido conducir luego de haber ingerido alcohol, lo que refleja un agravamiento de la situación con respecto a lo que sucedía en el primer semestre de 2022, cuando la cantidad de test positivos de alcoholemia en camioneros oscilaba en el 25% del total.
El dato lo reveló Osvaldo Aymo, subsecretario de Seguridad Vial de la Provincia. “En muchos casos estos conductores profesionales llegan a Santa Fe conduciendo desde otras provincias. Lo que nos llama la atención es que en las otras provincias no sean detectados”, afirmó.
En paralelo, indicó que los controles que se realizan en conductores particulares, entre 2022 y 2023, la cantidad de casos positivos de alcoholemia disminuyó en Santa Fe: mientras el año pasado fue del 1,9% de los sometidos a controles, en el primer semestre de este año cayó al 1,2%.