Rompió el silencio. Tras la aprobación de la Ley de Necesidad Pública en la Cámara de Diputados, el exgobernador Miguel Lifschitz habló por primera vez desde que dejó la Casa Gris. “Me parecía prudente no interferir ni dar opiniones habiendo un nuevo gobierno que estaba empezando su tarea. Rompí ayer esta decisión por el momento que estamos viviendo”, explicó el ahora jefe de la Cámara Baja. Además, acusó al gobierno de Omar Perotti de instalar la “grieta” en Santa Fe, se puso a disposición para trabajar en el marco de la pandemia COVID-19 y pidió “no echar más nafta al fuego”.
En ese sentido, dijo que “hasta diciembre tenía una relación privilegiada, cordial y respetuosa; estoy sorprendido que la relación política se haya planteado en esos términos. Debemos dejar de lado nuestras posiciones personales y no echar más nafta al juego”, remarcó.
Finalmente, Lifschitz se refirió a la ley votada este martes. “No estamos de acuerdo con esta ley, no creemos que un gobernador necesite facultades extraordinarias y se le habilite a tomar deuda para financiar gastos corrientes. Es negativo para la provincia”, sostuvo, y subrayó: “No es que pusimos palos en la rueda, sino que no estamos de acuerdo, pero, aun así, en esta coyuntura tan especial habilitamos con nuestra abstención que saliera la ley”.