Tal como anticiparon en conferencia de prensa los fiscales del Ministerio Público de la Acusación que llevan adelante la investigación de la causa, Jorge Nessier y Ana Laura Gioria, este viernes por la tarde se realizó -en el cementerio de la ciudad de Recreo- la exhumación de los restos de Diego Román, el chico de 12 años que fue hallado muerto con 30 puñaladas en un descampado de esa localidad el 4 de julio pasado.
Según anticiparon, los restos del pequeño serán enviados a la sede de Gendarmería Nacional en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, para que un equipo médico científico multidisciplinar realice un examen del cuerpo y trate de hallar nuevos elementos que aporten datos a la causa.
Presente en el lugar, el abogado de la madre del niño asesinado, Dionisio Ayala, volvió a plantear disidencias con la medida: “Nosotros no estuvimos de acuerdo con esta medida; tenemos una posición encontrada con el Ministerio Público de la Acusación, porque se está revisando lo hecho por un perito de alto conocimiento técnico, como es el (jefe del Cuerpo Médico Forense del Poder Judicial) doctor Pascual Pimpinella. Y añadió: “Se duda de las causales de la muerte y por eso se realiza este reexamen, cuando nosotros creemos que se está perdiendo el tiempo con un análisis que ya lo tenemos resuelto”.
En paralelo, el letrado reclamó que “hubiese sido interesante llevar adelante las medidas probatorias que solicitamos en su momento, que son la posibilidad de habilitar la Cámara Gesell, y llevar adelante en el primer momento una investigación con los chicos y amiguitos de Diego, que son los que nos van a llevar a una interpretación de los hechos, el historial completo desde que salió de la escuela, pasó por el comedor, se fue a jugar a las bolitas y después a la cancha: de eso no se hizo absolutamente nada”.